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Roberto Celaya Figueroa, Sc.D.

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Artículos

Introducción


De todo lo que entrega la Escritura sin duda alguna la profecía es la que más atrae e intriga, sea por las imágenes que la misma muestra o sobre las interpretaciones que de la misma se hacen.

En el caso de las profecías de Daniel, es interesante la frase de Daniel 12:4 que señala "Pero tú, Daniel, cierra las palabras y sella el libro hasta el tiempo del fin. Muchos correrán de aquí para allá, y la ciencia se aumentará", si bien en última instancia es Dios quien revela a su tiempo los misterios, hay una condicionante exclusiva de nuestros tiempos que hacia hasta este momento fuese entendible mucho de lo revelado: la historia.

No es sino hasta ahora que gran parte de la profecía de Daniel se ha cumplido históricamente hablando y que eso nos permite no sólo entenderla sino, comprendiendo el significado de los símbolos que presenta, avanzar hacia la comprensión de lo que está por venir.

Este entendimiento, esta comprensión, sin duda alguna es dada por Dios (Daniel 2:28), con todo y todo hay cuatro aspectos que deben cuidarse cuando se aborda la interpretación de la profecía, aspectos que se ha buscado cuidar en la presente obra.

El primero es dejar que la Escritura se interprete a sí misma, esto se logra prestando atención a los símbolos que la misma revelación va dando su significado; el segundo es ir de manera acumulativa siguiendo la congruencia de los símbolos que la misma profecía entrega; el tercero, dado que la mayor parte de la profecía ya se ha cumplido, es tomar a la historia como un referente de ese entendimiento, sea para comprensión o para corrección; y el cuarto es que, en función de los tres aspectos anteriormente mencionados, avanzar con coherencia hacia la interpretación de las profecías que está por cumplirse.

Sin pretender que lo aquí expuesto es definitivo y definitorio en cuestión de la verdad, sea a Dios la gloria de aquello que sirva para edificación, y con humildad ante el Padre pidamos en oración luz cada vez mayor que permita entender en profundidad y alcance lo revelado por Su Palabra.


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