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¿DE QUÉ TRATA ESTE E-
(INTRODUCCIÓN)
Los procesos de integración regional, que adquirieron un dinamismo a partir de la
década de los 80´s, han devenido en procesos que no solo propugnan por una liberalización
del comercio y una facilitación de la inversión, sino que han incluido en sus agendas
temas tan diversos como medio ambiente, derechos humanos, movilidad laboral, seguridad
energética y nacional, que obligan a un constante y renovado análisis del desarrollo,
situación y perspectivas de dichos procesos de integración.
Asia Pacífico, como una
de las más dinámicas regiones del mundo que propugnan por procesos de integración,
no queda excluida de la dinámica anterior. Para mantener la vigencia de la visión
que sobre la región se tiene, reconocidos especialistas en el área plasman en el
presente trabajo las conclusiones más recientes sobre los procesos que en ella se
dan.
En su trabajo “La vinculación de Corea con América Latina y México tras 50 años
de relaciones diplomáticas: realidades y desafíos”, Juan Felipe López Aymes se basa
en el supuesto de que la vinculación de Corea con Latinoamérica está relacionada
con la dotación de los recursos que poseen ambas partes y el acceso a mercados, su
planteamiento gira en torno a que esto crea una relación interdependiente en la que
Corea debe vencer muchos obstáculos para poder asentar su posición como socio confiable
respecto a sus contrapartes latinoamericanas, especialmente con México. La conclusión
que nos plantea refiere que la vinculación de Corea con México y América Latina es
una estrategia relativamente reciente que obedece principalmente a imperativos económicos.
Es muy importante para México que Corea se involucre, especialmente para que contribuya
a diversificar las relaciones económicas y funja como contrapeso a la creciente y
abrumadora presencia de China. Esta es una preocupación mutua, ya que Corea también
necesita mantener abiertas las economías de sus socios no tradicionales. El lograr
que la sociedad latinoamericana, los gobiernos y sus negocios se interesen en fomentar
una actitud de colaboración hacia Corea es un desafío de gran importancia. Una manera
de superar este reto y las consecuencias que conlleva, podría ser mediante la participación
activa en los mecanismos regionales y asociarse con Estados Unidos en proyectos que
contribuyan genuinamente al desarrollo de la región en infraestructura educativa
y avances tecnológicos.
En el capítulo referido a “América Latina y México en la política
exterior de la República de Corea”, Ángel Licona Michel y Fátima Ashanty Rojo Cisneros
muestran cómo es que a pesar de tener acercamientos con más de 30 países, de acuerdo
a la relevancia en el contexto internacional y al crecimiento de la economía de Corea
del Sur, sus nexos de mayor importancia son con los Estados Unidos de América, Canadá,
México, Brasil, Chile, Perú y Argentina, los cuales tienen mercados más extensos
que permiten a las empresas surcoreanas incrementar sus niveles de producción para
acercarse por medio de la exportación e importación de bienes a los consumidores
de estos mercados; de la misma forma presentan un análisis acerca de la evolución
en las relaciones diplomáticas por parte de Corea del Sur con los países de América
y México. Entre otras conclusiones ambos investigadores nos refieren a que el acercamiento
entre Latinoamérica y Corea del Sur puede incrementar sus relaciones a través de
la búsqueda de vínculos más fuertes, y no solo económicos, sino también políticos
y socioculturales, para que así pueda haber una mayor comprensión recíproca, en el
caso específico de México, los intereses que tienen en común, permiten que las relaciones
tengan varias situaciones dependido del contexto internacional. De la misma forma
y sobre este último punto se hace un énfasis en que México no ha realizado un esfuerzo
notorio para fortificar las relaciones con Corea del Sur, por lo tanto consideramos
que debe buscar áreas de oportunidad en los sectores de alta tecnología en lo que
ha logrado sobresalir Corea del Sur, entre ellos, la electrónica, petroquímica, naval,
automotriz y acereras. Asimismo generar un vínculo en materia cultural y educativa
que les permita un mayor entendimiento sobre ambas culturas, y con ello mitigar o
eliminar las barreras que nos alejan de mercado dinámicos.
En su trabajo “¿El Capítulo
14 del Acuerdo de Asociación Económica México y Japón como modelo? La agenda de cooperación
en el posible mecanismo económico bilateral entre México y Corea del sur”, Carlos
Uscanga señala que después de la incorporación de México dentro de la última etapa
de las rondas de discusión del Transpacific Partnership Agreement (mejor conocido
por sus siglas TTP), se anunció la posibilidad del reinicio de las negociaciones
bilaterales con Corea del Sur, suspendidas desde el verano del 2008. De lograr esa
reapertura, sin lugar a dudas, estará sustentado en la capacidad política y habilidades
negociadoras de los nuevos responsables de la política comercial de México. Empero
de manera independiente, es interesante conocer las diferentes opciones que el documento
final pudiera contener y en lo particular cómo se integraría el eje de cooperación
dentro del nuevo instrumento comercial. Sí se toma en cuenta la experiencia del Acuerdo
de Asociación Económica (AAE o por sus siglas en inglés, EPA, Economic Partnership
Agreement)) entre México y Japón, podrían derivarse algunos puntos referenciales
que pudieran servir de base para la negociación con el gobierno sudcoreano. En este
sentido, su trabajo ponencia buscará explorar, tomando en cuenta el capítulo o apartado
14 del AAE México-
La colaboración titulada “Tendencias y perspectivas Corea del Sur“, Roberto Celaya
Figueroa, Rodolfo Valenzuela Reynaga y Zulema Ruiz Rosas, tomando como referencia
el hecho de que el crecimiento de Corea fue de 60% en los 60´sy 70´s y de cerca del
90% en los 80´s y 90´s cayendo a 70% en la primera década del año 2000 y con la premisa
de que establecer las tendencias y perspectivas nos permitirá desarrollar escenarios
de desarrollo para esta nación cuya economía es la cuarta más grande de Asia, proponen
los siguientes objetivos para su investigación presente trabajo son el de (1) Presentar
un marco de referencia que permita entender el modelo de desarrollo del este asiático,
(2) Presentar un marco de referencia que permita entender el modelo de desarrollo
de Corea del Sur, y (3) determinar las tendencias y perspectivas para Corea del Sur
en cuanto a Índice de Desarrollo Humano, Producto Interno Bruto (PIB), PIB per cápita,
Precios de consumo, Tipo de cambio, Indicadores de consumo privado, Inversiones en
la industria, Ocupados y asalariados, Niveles de desempleo, Empleo por ramas de actividad,
Asalariados por tipo de contrato y parados por duración (empleos vulnerables), Índice
de precios al consumidor, Índice de precio al productor, Inflación, Gasto público,
Balanza de pagos, Inversión extranjera directa, Reservas internacionales, Deuda externa,
y Tasas de interés: mercado de dinero y mercados de valores. Los resutados del presente
trabajo, segpun los autores, pueden resumirse en lo siguiente (1) Producto Interno
Bruto reducido a más de la mitad que en su punto más alto en los 80`s y a la baja,
(2) Precios de consumo que pasaron de 20 en los 80´s a 100 en la actualidad y a la
alza, (3) Tipo de cambio tres veces más alto que en los 80`s y a la alza, (4) Indicadores
de consumo privado en los mismos niveles que los 80’s y seis veces más bajo que en
su pico de finales de los 90´s y a la baja, (5) Encuesta de inversiones en la industria
al mismo nivel que a principios de los 80´s y tres veces más bajo que en su pico
más alto de finales de los 90`s y a la baja, (6) Empleo por ramas de actividad con
tendencia a la alza para el sector servicio pero a la baja de la industria y agricultura,
(7) Índice de precio al productor creciente y a la alza en sus niveles más altos
en treinta años, (8) Gasto público en sus niveles más altos en treinta años y con
tendencia a la alza, (9) Inversión extranjera directa en sus niveles más bajos en
treinta años, (10) Deuda externa casi triplicada en estos últimos 30 años y con tendencia
a la alza, y (11) Tasas de interés estables. De lo anterior los investigadores concluyen
que existen fuertes presiones sobre la economìa Coreana que vislumbran un escenario
recesivo en cuanto a su economía en el mediano plazo.
En el capítulo titulado “Similitudes
y diferencias de los procesos de integración a EUA de la Migración Mexicana y China
a Estados Unidos en el siglo XX” Jerjes Aguirre Ochoa, Joel Bonales Valencia, José
Cesar Lenin Navarro Chávez y Oscar Hugo Pedraza Rendón hacen referencia a como es
que la comunidad estadounidense de origen chino es el mayor grupo étnico dentro de
los llamados “americanos” de origen asiático. Comprende el 25.9% de la población
de Asiático-
El trabajo presentado por Juan José Ramírez Bonilla y Francisco Haro Navejas,
titulado “Reposicionamiento a través de las negociaciones económicas: Iniciativas
asiáticas y americanas”, hace referencia a cómo es que la reorientación de la política
exterior estadounidense, anunciada por la Secretaria de Estado Hilary Clinton mediante
su ensayo titulado “America’s Pacific Century” (Clinton, 2011), representa una ruptura
dentro de la continuidad en la materia seguida por la administración Obama durante
sus primeros 34 meses de ejercicio. La autolimitación del gobierno estadounidense
para continuar con la intervención militar en Irak y Afganistán es un claro signo
de una voluntad política tendiente a relativizar el “combate contra el terrorismo
internacional” como eje de una política exterior practicada desde el 11 de septiembre
de 2001, no exenta de fricciones y de tensiones con aliados, así como de contrincantes
políticos internacionales. En ese marco, con el trabajo que presentan, exploran una
de las dimensiones de la relación bilateral evocada de manera oblicua por la señora
Clinton en su texto: la competencia entre chinos y estadounidenses en torno a la
construcción, en el caso de los primeros, o por la consolidación, en el de los segundos,
de alianzas diplomático-
Por último el apartado titulado “China
y México: participación en el mercado estadounidense” y presentado por Carlos Gómez
Chiñas y Juan González García señala como es que China es la economía que ha tenido
el crecimiento más rápido en el último cuarto de siglo. Desde que se inició el proceso
de reformas económicas en 1978 a 2005 ha crecido a una tasa real promedio de 9.5%
por año, según estadísticas oficiales. La industria ha sido el principal motor de
esta expansión: la producción de bienes manufacturados desde 1990 ha crecido 12%
por año. Por su parte, a partir de 1985, la política comercial mexicana ha venido
favoreciendo el comercio con el resto del mundo, y en especial con Canadá y Estados
Unidos. En un primer momento el objetivo fundamental fue la racionalización de la
protección, esto es, el paso de los permisos previos de importación a los aranceles
como principal instrumento de protección con el fin de asegurar que los potenciales
exportadores tuvieran acceso a sus insumos a precios internacionales. De esta manera
aumentaría la competitividad de las exportaciones no petroleras principalmente de
manufacturas. Posteriormente, con la idea de mandar señales claras sobre la permanencia
de la apertura, México se adhiere al Acuerdo General de Aranceles y Comercio (GATT)
en 1986. No obstante la importancia de la adhesión al GATT, la característica más
relevante de la política comercial en las últimas dos décadas la constituye la negociación
y puesta en marcha del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN).
Entre
1982 y 2004 se privatizaron sectores importantes de la economía mexicana, se puso
en marcha un decidido programa de desregulación y se crearon algunas de las instituciones
indispensables para la operación de una economía de mercado. Aun cuando este proceso
no ha estado exento de tropiezos y dificultades, y a pesar de que falta mucho por
hacer para alcanzar niveles altos y sostenidos de crecimiento, la transformación
de la economía mexicana en esas dos décadas ha sido notable. No obstante, después
de más de dos décadas de la puesta en práctica de la apertura comercial se puede
decir que su éxito ha sido parcial y que los efectos iniciales de algunas de esas
medidas ya se han agotado. Así, si bien es cierto que las exportaciones han crecido
de manera impresionante también es cierto que las importaciones lo han hecho a un
ritmo ligeramente mayor. De manera similar, en este período México fue uno de los
países emergentes más atractivos para la inversión extranjera. Sin embargo, esto
no se ha reflejado en un mayor crecimiento para la economía en su conjunto y los
beneficios se han quedado en el grupo relativamente estrecho de las grandes empresas
exportadoras, en su mayoría de capital extranjero. Como resultado del TLC, las exportaciones
a Estados Unidos experimentaron un crecimiento sin precedentes lo que llevó a que
México fuera el segundo mayor exportador al mercado estadounidense. De manera simultánea,
los sucesivos gobiernos mexicanos se han empeñado en firmar más de una decena de
acuerdos comerciales que han servido más para diversificar y aumentar las importaciones
que para diversificar las exportaciones. Por otra parte, los efectos favorables que
se dieron con la firma del NAFTA han tendido a diluirse y México ha perdido competitividad
en el mercado estadounidense y ha sido desplazado por China como segundo mayor exportador
al mercado estadounidense. Es claro, entonces, que se requiere un replanteamiento
de la política comercial de México y más que pensar en firmar acuerdos de libre comercio
adicionales hay que formular estrategias para diversificar exportaciones, pasando
a líneas de producción con mayor valor agregado pensando más en recuperar el lugar
perdido en el mercado estadounidense y menos en conquistar el mercado europeo, esto
no significa que no se considere un objetivo importante la diversificación de mercados,
sino que ésta, dada la amplia red de acuerdos comerciales de México, será el resultado
de la diversificación de exportaciones. Para lograr lo anterior, se requieren de
políticas comercial e industrial selectivas. Por todo lo anterior el objetivo que
persiguen los autores con el trabajo presentado es realizar una descripción de las
principales características del comercio exterior chino, principalmente en la forma
que se ha ido posicionando en los mercados internacionales, su impacto sobre la economía
mexicana y analizar como los efectos favorables del TLCAN han sido contrarrestados
por la competencia de los productos chinos que han ido desplazando no tan paulatinamente
a los productos mexicanos.
En la medida que sepamos entender las diferentes, convergentes
y divergentes fuerzas que los diferentes actores imprimen a los procesos de integración
en la región Asia Pacífico, estaremos en posibilidad de comprender no solo los procesos
que han llevado al estado actual de las cosas, sino las tendencias en los mismos
junto con las oportunidades y amenazas que invariablemente tienen que ver con procesos
como este.
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